Una alegoría que significa algo sobre cómo manejamos el pecado:
Recientemente, tuve que abrirme camino para plantar algo. Desafortunadamente, había obtenido el roble venenoso de una de las plantas en el patio trasero.
Si no hubiera pedido a alguien que me ayude con la picazón, se habría extendido a una erupción bastante amplia en mi piel.
La verdad real detrás de la historia:
Ya sabes, el pecado es de la misma manera! Cuando pecamos, debemos pedirle ayuda a nuestro Padre Celestial con aquellos tipos de pecados con los que más luchamos, o peor, independientemente. ¡Si le preguntamos a Él, él puede ayudarnos a vencer nuestros pecados más profundos que encontramos día tras día!
Entonces, ¿qué haremos la próxima vez que nos encontremos en un pecado del cual parece que no podemos salir? ¡Vamos a correr hacia nuestro papá y pedir ayuda!
Para más, visite: proverbs31.org!
Bendiciones!
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