No hace mucho tiempo, elegí tomar un pequeño refrigerio y era la verdad falsa azucarada. No es de extrañar mi mocha o lo que sea que no duró mucho y ciertamente no satisfizo mi vientre hambriento.
El profeta Isaías en el capítulo 55 de Isaías habla sobre no alimentar al estómago, sino alimento para el alma y cómo gastamos dinero en cosas como: redes sociales, música que no es como Cristo o quedar atrapados en lo que dicen las noticias sobre nuestro mundo en lugar de la vista de Dios.
No te sientas culpable, ¡porque también sé que soy culpable!
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Bendiciones!
Pasos clave: Isaías 55
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